La historia nos describe el gobierno de este emperador romano como el resultado del gobierno de un demente y asesino que finalmente él mismo acabó muerto en un complot.
Sin embargo en los inicios de su gobierno gozó de una gran popularidad en todo el Imperio. Incluso fue considerado un gobernador modélico.
"El mundo recibió con júbilo sus medidas de gobierno... hasta que todo se vino abajo".
Calígula siente una profunda debilidad interior. Se siente intimidado por muchas personas que le rodean, son senadores con mayor experiencia de gobierno que él, militares mejor capacitados, funcionarios mas habilidosos en la gestión... y esa inseguridad interior junto con la necesidad de mantener y reforzar su liderazgo le obliga a convertirse en un líder envenenado; crea premeditadamente una atmósfera de terror a su alrededor, donde la gente temía decir nada inapropiado, todo el mundo delataba a todo el mundo y finalmente nadie se atrevía a cuestionar la autoridad del emperador por muy absurdas y disparatadas que fuesen las decisiones que tomara (nombrar senador a su caballo favorito, violar a las esposas de sus amigos, humillar a la gente de su alrededor..)
"Esa inseguridad interior junto con la necesidad de mantener y reforzar su liderazgo absoluto le obliga a convertirse en un líder envenenado; creando premeditadamente una atmósfera de terror para evitar ser cuestionado".
Afortunadamente hoy en día hay poco peligro de que alguien pueda acumular tal grado de poder y decidir sobre la vida y muerte del resto de la gente que le rodea. Pero la figura del líder que no es capaz de enfrentar sus limitaciones, gestionar sus miedos y lo que es peor; negarse a aprender a ser mejor cada día; es algo que sí se ve con frecuencia.
En una ocasión me relataron la historia de un pequeño grupo de trabajo del sector de la asistencia a seguros; se encontraba liderado por un profesional técnicamente competente, formado y con experiencia. En apariencia todo iba bien.
"La figura del líder que no es capaz de enfrentar sus limitaciones, gestionar sus miedos y lo que es peor; negarse a aprender a ser mejor cada día; es algo que sí se ve con frecuencia".
No obstante cuando se profundizó dentro de la dinámica del grupo, se descubrió una realidad muy distinta a las apariencias; el departamento estaba divido, de facto, en dos grupos muy bien diferenciados; aquellos que habían trabajado codo con codo con el responsable antes de ser promocionado y el resto de sus compañeros. Y no solo existía ese cisma interno, sino que además el primer grupo recibía las atenciones de su líder y el segundo grupo absolutamente nada.
"El departamento estaba divido, de facto, en dos grupos muy bien diferenciados; aquellos que había trabajado codo con codo con el responsable departamento antes de que fuese promocionado (sus amigos) quienes recibían toda su atención y el resto del equipo, sin apenas apoyos".
De hecho, se había desatado una auténtica guerra interna entre ambas facciones para ganarse el favor de su responsable, el cual disponía de esos privilegios en función de quién le complaciera y quién no.
Esto nos puede parecer negligente o torpe por parte de alguien que aspira a obtener el máximo rendimiento de su equipo, pero en realidad estamos ante algo muy trivial; la inseguridad de un líder que lejos afrontar ese miedo opta por convertirse en un "líder envenenado".
Trata de suplir esa incapacidad haciendo que los miembros de su equipo se enfrenten en un simulacro de guerra civil con la filosofía del "divide y vencerás" ya que es la solución que él ha diseñado para asegurar su liderazgo. Para él su principal prioridad.
"El líder ha perdido de vista su objetivo de equipo, se ha centrado en él mismo y en su jefatura individual, perdiendo cualquier posibilidad de éxito a largo plazo"
Aunque en medio de este proceso, quizás haya olvidado un pequeño detalle; toda esa energía que dedica a ese tipo de liderazgo tan dañino, la sustrae en la consecución de objetivos y sobre todo, abandona su principal meta; hacer equipo.
A largo plazo puede acarrear tensiones difíciles de gestionar, cuestionamiento de su trabajo por parte de los involucrados, desánimo, desmotivación, apatía, perjuicio para la empresa... y quizás la propia defenestración de este liderazgo con todas las consecuencias que puede traer.